miércoles, 6 de julio de 2011

LA SAGA DE LA HUMANIDAD, 1 Y 2

La Saga de la Humanidad (I)
Leonor María Asilis Elmúdesi



“Todo conocimiento es una revelación”.
En el marco de un ambiente exquisito, una antesala de anfitriones recibía a sus invitados en el Auditorio de la Casa San Pablo, adornado por palmeras, la orquídea sobre la fiel mesa de caoba centenaria, y en el centro como debe ser siempre, El.
Jesús, en una imagen interpretada de Angel Haché que parecía acoger a todos a los que acudimos a escuchar e interesarnos más sobre El.
Estaba presente también el Cirio Pascual. Ese maravilloso signo que parece gritarnos lo que El mismo nos dijo de su persona y que en este día nuevamente se nos revela: El es la luz.
Se cumplía el décimo aniversario de las magníficas Conferencias del Instituto Jesús de Nazareth impartidas por su fundador el reverendo Padre Doctor Euribíades Concepción Reynoso.
En ellas, este ilustre sacerdote comparte lo más reciente que se ha descubierto de El desde el mundo de la ciencia y la academia. En otras palabras, el diálogo entre la Ciencia y la Fe.
Párroco de la Iglesia Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote de esta ciudad capital, el Padre Euribíades expresa en una edición especial de su boletín: “Estoy mirando el cuadro y releyendo el calendario. La pintura de Ángel Haché y la agenda de 1992. Ese Jesús de Nazareth fue pensado, orado, dialogado para la I Conferencia. Entonces, hace diez años. La idea era vocear, repetir a Jesucristo como el icono del Padre, como su rostro, con los colores, con los entusiasmos y con las tristezas y los ayes nuevos. En las aulas, en la prensa, en los cines y teatros, en los oratorios y conventos, en los grupos humanos. Cada Conferencia ha querido ser un retrato temporal, histórico, del Jesús, del Cristo eterno. Una respuesta anual a su pregunta de Mateo XVI, 15: “Y vosotros, quién decís que soy yo?”
Sigamos con la Conferencia. Había más elementos. La música era parte importante en ella. Piezas cuidadosamente seleccionadas e interpretadas por el Coro de la Catedral y dirigida por el maestro José Delmonte se intercalaban entre las tres intervenciones. El padre agradeció su participación públicamente a Su Eminencia Reverendísima Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez puntualmente presente como en las ocasiones anteriores.
Les confieso que me resultará muy difícil resumir en pocas palabras lo que allí aprendimos y sobre todo vivimos.
Sí, vivimos. Lo digo con propiedad porque en ese ambiente se respiraba a Dios. El padre sutilmente reveló la causa del efecto que nos producía en el alma esa noche. Desde los monasterios de Alemania, hasta Puerto Plata y Manoguayabo y otros lugares de oración habían intercesores por la Conferencia. Llegaron sus plegarias.
Se decía y es así que el amor lleva al conocimiento. Los científicos han descubierto que el conocimiento lleva al amor. Han encontrado el lugar de Dios en el cerebro! Está alambreado por todas partes, entre sus reconditeces.



La Saga de la Humanidad (II)

Leonor María Asilis E.


“De Jesús a Cristo: La Saga de la Humanidad”. Fue el título de la décima Conferencia Jesús de Nazareth dictada por el R.P. Doctor Euríbiades Concepción Reynoso el pasado 5 de abril en el Auditorio de la Casa San Pablo de esta ciudad capital.

La “saga” como explica en el boletín de su Parroquia Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote (en sus oficinas se pueden conseguir los casetes de sus Conferencias) no es más que el intento, el anhelo visceral, el quest de hacerse Dios, de la divinización por parte del hombre.

Durante la Conferencia dividida en tres intervenciones, el eminente sacerdote llevó a la audiencia en una línea ascendente, empezando por el primer tema: “Jesús, estudiando al Jesús histórico”, siguiendo por Cristo:”Jesucristo que se llama el Cristo” y finalizando con “Jesucristo”.

Muchos podrían preguntar: Y es que acaso no es lo mismo Jesús que Cristo, o Jesucristo?

En la Conferencia se explicó el significado de cada palabra: Jesús se refiere a la denominación del Jesús histórico, es decir a su humanidad. Cristo a su condición de Mesías. Jesucristo encierra sus dos naturalezas: humana y divina.

Tal y como mencioné al final de la primera entrega de este artículo, de los conocimientos que más me llamaron la atención durante esta intervención del Padre Concepción fue el de que la Neurociencia haya descubierto un sitio en el cerebro que busca a Dios. Como dijo: “Es el Dios que además de llevarlo en el corazón, lo tenemos impregnados en los pliegues del cerebro”.


Entre los filósofos mencionados, me detengo en William James de quien dijo era el filósofo práctico y cuyas palabras sabias nos han enseñado que no hay cosa más efectiva que una experiencia de primera mano.

Luego el conferencista se detuvo en un gran hombre de Dios a quien le dedicaba la misma: “El padre Emiliano Tardiff”.
Recordó ante la asamblea su última visita a su Parroquia hace tres años, donde celebró una misa de sanación que se llenó de fieles, pues sabían de su carisma que a la vez fue recibido de una experiencia de primera mano con Jesucristo. Tardiff fue un sobreviviente de una enfermedad terminal gracias a una intervención directa de la misericordia divina. Hecho que le transformó hasta tal punto que viajaba constantemente por todo el mundo proclamando en varias lenguas un solo mensaje. El mismo: Jesús está vivo. (Tardiff escribió un libro con este título de sus experiencias. No dejen de leerlo).

Por tanto, en Jesús y sólo en El se cumplen nuestros sueños de ser eternos.
La magnífica Conferencia terminó a petición del Padre Euribíades con una oración recitada por los presentes, y que aprovecho la oportunidad de la prensa para que la hagamos de nuevo todos, con fe en el Resucitado: “Señor, Tú has querido que la Palabra se encarnase en el seno de la Virgen María; concédenos, en tu bondad, que cuántos confesamos a nuestro Redentor, como Dios y como hombre verdadero, lleguemos a hacernos semejantes a El en su naturaleza divina. Por nuestro Señor Jesucristo”.

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