jueves, 7 de julio de 2011

San Agustín, Amante de la Verdad


San Agustín, Amante de la Verdad

Leonor Asilis


Ayer, celebramos la fiesta de San Agustin de Hipona. Dada la influencia de su vida y pensamiento, hoy dedicamos estas líneas en su honor.

Amante de la verdad, anduvo errante antes de encontrarla entre varias filosofias equivocadas durante muchos anos haciendo sufrir a su madre Monica quien intercedia sin cesar por su conversion.

La oracion con lagrimas de una madre es debilidad de Dios y el dia del gran encuentro con Jesus llego para el joven Agustin (tenia unos 30 anos) quien expreso estas bellas palabras: “Nos has hecho para ti, Señor,

y nuestro corazón estará insatisfecho hasta que descanse en ti"

Tambien hizo esta oracion:” "Demasiado tarde, demasiado tarde empecé a amarte. ¡Hermosura siempre antigua y siempre nueva, demasiado tarde empecé a amarte! Tú estabas conmigo y yo no estaba contigo. Yo estaba lejos, corriendo detrás de la hermosura por Tí creada; las cosas que habían recibido de Tí el ser, me mantenían lejos de Tí. Pero tú me llamaste. me llamaste a gritos, y acabaste por vencer mi sordera. Tú me iluminaste y tu luz acabó por penetrar en mis tinieblas. Ahora que he gustado de tu suavidad estoy hambriento de Tí. Me has tocado y mi corazón desea ardientemente tus abrazos”.



Veamos unas pinceladas de su vida: Nació en Tagaste (África) el año 354; después de una juventud desviada doctrinal y moralmente, se convirtió, estando en Milán con las predicas de San Ambrosio, y el año 387 fue bautizado por este Santo obispo . Vuelto a su patria, llevó una vida dedicada al ascetismo, y fue elegido obispo de Hipona. Durante treinta y cuatro años, en que ejerció este ministerio, fue un modelo para sus fieles, a los que dio una sólida formación por medio de sus sermones y de sus numerosos escritos, con los que contribuyó en gran manera a una mayor profundización de la fe cristiana contra los errores doctrinales de su tiempo. Está entre los Padres mas influyentes del Occidente y sus escritos son de gran actualidad. Sus obras mas famosas son: Confesiones y La Ciudad de Dios, sus Cartas y Sermones. Murió el año 430.



Abundemos un poco mas en su laboriosa faceta como Obispo de Hipona.

Se sabe que el santo obispo empleaba las rentas de su diócesis, como lo había hecho antes con su patrimonio, en el socorro de los pobres.. Posidio, su amigo refiere que, en varias ocasiones, mandó fundir los vasos sagrados para rescatar cautivos, como antes lo había hecho San Ambrosio. San Agustín menciona en varias de sus cartas y sermones la costumbre que había impuesto a sus fieles de vestir una vez al año a los pobres de cada parroquia y, algunas veces, llegaba hasta a contraer deudas para ayudar a los necesitados. Su caridad y celo por el bien espiritual de sus prójimos era ilimitado. Así, decía a su pueblo, como un nuevo Moisés o un nuevo San Pablo: "No quiero salvarme sin vosotros". "¿Cuál es mi deseo? ¿Para qué soy obispo? ¿Para qué he venido al mundo? Sólo para vivir en Jesucristo, para vivir en El con vosotros. Esa es mi pasión, mi honor, mi gloria, mi gozo y mi riqueza".



Concluyamos con otra de sus grandes ensenanzas, la que golpea y destruye nuestro orgullo y soberbia. Escuchemos sus palabras con la esperanza de que la acojamos como acogio el las que lo movieron a convertirse: Toma y lee:



“El principio de todo pecado es la soberbia, y el principio de la soberbia del hombre es separarse de Dios.



Es para curar la causa de todas las enfermedades, que es la soberbia, por lo que bajo y se hizo humilde el Hijo de Dios.



• Tal vez te ruboriza imitar a un hombre humilde. Imita al menos al humilde Dios.



“No he venido a hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envio. Esta es la mejor recomendacion de la humildad.



La soberbia hace su voluntad, la humildad hace la voluntad de Dios”.

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