NUEVA ERA

NUEVA ERA
Leonor María Asilis E.

En nuestros días se observa un nuevo despertar religioso marcado por la popularidad de la espiritualidad oriental y el refugio en las religiones individualistas y personalistas.
Hoy me quiero concentrar en lo que se llama “New Age”. La Nueva Era (en español) es una seudo religión que emerge en nuestros días, la cual se presenta como planetaria, universal, cósmica, nueva, fraterna, con el grave peligro de usar un lenguaje que da una apariencia de ser una corriente evolucionada de espiritualidad cristiana y que por tanto puede arrastrar a muchos que no están alertas a ella.

Esta corriente que nos pretende arropar por doquier se puede describir como un “coctel espiritual” ya que mezcla o sincretiza: gnosticismo, budismo, hinduismo, espiritismo, con sus creencias en los karmas, los gurús, el panteísmo, el control mental etc..

Todo ésto está abierto a las medidas que cada quien quiera, con un poco de psicología moderna y misticismo oriental y algunas frases bíblicas que le dan un aparente cristianismo liberal.

Todo ésto lo percibí de manera inmediata cuando fui por curiosidad y para avalar en cierta forma este artículo, a un famoso “gurú” (Chopra) que recientemente nos visitó en uno de los salones de un reconocido hotel de Santo Domingo. Por cierto, que me llamó la atención el arrastre que este individuo tiene, lo cual les confieso, me ha causado una gran tristeza.

El New Age propone una nueva alianza con la naturaleza, considera a la energía sobre la materia, intenta unificar ciencia y conciencia, hace sentir ser partícipes de la conciencia cósmica.
Un dato interesante que caracteriza a esta corriente es que se ha convertido en un mercado económico con la venta de música de relajación, de libros, casetes, etc..

Se puede ver claramente su falacia al querer construir un mundo de armonía, evolución y amor sin la participación de Dios, ya que el panteísmo les hace pensar que todo es Dios.

No perdamos de vista sobre todo nuestros pasos de Aquél quien es el Camino, la Verdad y la Vida. (Jesucristo) y no nos demos engañar por vanas falacias.