jueves, 7 de julio de 2011

Sagrado Corazón de Jesús


Leonor Asilis


Hablar del corazón de una persona es lo mismo que decir lo que percibimos de sus sentimientos.
Hoy pretendemos a pesar de nuestras limitaciones, abundar un poco sobre el Corazón mas grande que existe, el que encierra en su interior a todos los corazones y el que en el tiempo de su existencia sobre la tierra, se entrego por amor hacia nosotros hasta morir en una cruz. Nos referimos, al Corazón de Jesús
Este corazón esta impregnado del Amor Infinito, del que es capaz de transformar de forma radical y feliz a todo el que le es próximo, con las particularidades especiales de que no es excluyente, por el contrario nos ama a todos sin condiciones y nos espera continuamente, a cada momento para colmarnos de su amor.
Y es que el amor es activo, nunca esta ocioso. Siempre busca la forma de agradar al que ama, de sanarle, y animarle.

El corazón de Jesús es infinitamente compasivo, como vemos en las bellas paginas del Evangelio y en nuestra propia vida. Solo basta conocerle, interesarse por El, por corresponder a su amor.

La Iglesia dedica todo el mes de junio al Sagrado Corazón de Jesús, con la finalidad de que lo honremos y lo imitemos especialmente en estos 30 días.


La imagen del Sagrado Corazón de Jesús, nos recuerda el núcleo central de nuestra fe: todo lo que Dios nos ama con su Corazón y todo lo que nosotros, por tanto, le debemos amar. Jesús tiene un Corazón que ama sin medida.
Y tanto nos ama, que sufre cuando su inmenso amor no es correspondido.

Todos los días podemos acercarnos a Jesús o alejarnos de Él. De nosotros depende, ya que Él siempre nos está esperando y amando.

Debemos vivir recordándolo y pensar cada vez que actuamos: ¿Qué haría Jesús en esta situación, qué le dictaría su Corazón? Y eso es lo que debemos hacer (ante un problema en la familia, en el trabajo, en nuestra comunidad, con nuestras amistades, etc.).

La devoción al Sagrado Corazón de Jesús tiene su origen en la manifestación dada a Santa Margarita Maria de Alacoque la cual encierra muchas promesas.

Nos hacemos eco de una linda Oración de Consagración al Sagrado Corazón de Jesús

Señor Jesucristo, arrodillados a tus pies,
Renovamos alegremente la Consagración
de nuestra familia a tu Divino Corazón.

Sé, hoy y siempre, nuestro Guía,
el Jefe protector de nuestro hogar,
el Rey y Centro de nuestros corazones.

Bendice a nuestra familia, nuestra casa,
a nuestros vecinos, parientes y amigos.

Ayúdanos a cumplir fielmente nuestros deberes, y participa de nuestras alegrías y angustias, de nuestras esperanzas y dudas, de nuestro trabajo y de nuestras diversiones.

Danos fuerza, Señor, para que carguemos nuestra cruz de cada día y sepamos ofrecer todos nuestros actos, junto con tu sacrificio, al Padre.

Que la justicia, la fraternidad, el perdón y la misericordia estén presentes en nuestro hogar y en nuestras comunidades.
Queremos ser instrumentos de paz y de vida.

Que nuestro amor a tu Corazón compense,
de alguna manera, la frialdad y la indiferencia, la ingratitud y la falta de amor de quienes no te conocen, te desprecian o rechazan.

Sagrado Corazón de Jesús, tenemos confianza en Ti.
Confianza profunda, ilimitada.

Y para terminar, transcribimos otra Oración de San Agustín, con el deseo que nos inspire a acercarnos cada vez al Corazón de Jesús quien nos espera para colmarnos de bendiciones.

Señor Jesús, que me conozca a mí
y que te conozca a Ti,
Que no desee otra cosa sino a Ti.
Que me odie a mí y te ame a Ti.
Y que todo lo haga siempre por Ti.
Que me humille y que te exalte a Ti.
Que no piense nada más que en Ti.
Que me mortifique, para vivir en Ti.
Y que acepte todo como venido de Ti.
Que renuncie a lo mío y te siga sólo a Ti.
Que siempre escoja seguirte a Ti.
Que huya de mí y me refugie en Ti.
Y que merezca ser protegido por Ti.
Que me tema a mí y tema ofenderte a Ti.
Que sea contado entre los elegidos por Ti.
Que desconfíe de mí
y ponga toda mi confianza en Ti.
Y que obedezca a otros por amor a Ti.
Que a nada dé importancia sino tan sólo a Ti.
Que quiera ser pobre por amor a Ti.
Mírame, para que sólo te ame a Ti.
Llámame, para que sólo te busque a Ti.
Y concédeme la gracia
de gozar para siempre de Ti. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario